Un poema de amor casi desesperante nos ha enviado la alumna katherine Quispe Tapia del 1ro “G”, esperemos que todos lo lean, muy en especial, sus compañeros de clase y ojalá les guste mucho.
Hoy, lloraré como nunca
Estuve perdido en una palabra (amor)
No tengo una salida
Sólo un oscuro recuerdo que desgarra
Me desplomo ante la verdad
¡Demonios me he dado cuenta que estoy muriendo!
Finjo que todo pasó, que he olvidado,
Me engaño para sentir mi pulso
Tengo miedo, nunca lo había tenido
Necesito respirar, tu oxígeno escapa
Tu imagen se desvanece en el vacío
Y grito tu nombre sin poder escucharlo
Estoy perdiendo la estabilidad
Me asfixio con mi llanto
Me dejo morir, es un suicidio
No puedo parar mis pensamientos
Todo se acelera sobre un centro
Perdí la calma
La serenidad se la trago la melancolía
Ya no quiero escuchar mis latidos
Deseo que todo se detenga
Te deseo fuera del alma
Es desesperante
Es la peor enfermedad
Es mi ángel de la soledad
El me ve delirando sin tocarme
¡Te quiero fuera!
Tu presencia se quemó
Pero tus cenizas se pegan a mis ojos
Perdón pero no puedo seguir
Ya estoy muerto
Solo quiero detener mi cuerpo
¡Ángel de mi soledad no me dejes!
Tomo la daga de plata
Mientras perforo mi pecho
Abriendo mi corazón dejando que salgas con mi alma
Separándolos hasta el final
Hoy, lloraré como nunca
Estuve perdido en una palabra (amor)
No tengo una salida
Sólo un oscuro recuerdo que desgarra
Me desplomo ante la verdad
¡Demonios me he dado cuenta que estoy muriendo!
Finjo que todo pasó, que he olvidado,
Me engaño para sentir mi pulso
Tengo miedo, nunca lo había tenido
Necesito respirar, tu oxígeno escapa
Tu imagen se desvanece en el vacío
Y grito tu nombre sin poder escucharlo
Estoy perdiendo la estabilidad
Me asfixio con mi llanto
Me dejo morir, es un suicidio
No puedo parar mis pensamientos
Todo se acelera sobre un centro
Perdí la calma
La serenidad se la trago la melancolía
Ya no quiero escuchar mis latidos
Deseo que todo se detenga
Te deseo fuera del alma
Es desesperante
Es la peor enfermedad
Es mi ángel de la soledad
El me ve delirando sin tocarme
¡Te quiero fuera!
Tu presencia se quemó
Pero tus cenizas se pegan a mis ojos
Perdón pero no puedo seguir
Ya estoy muerto
Solo quiero detener mi cuerpo
¡Ángel de mi soledad no me dejes!
Tomo la daga de plata
Mientras perforo mi pecho
Abriendo mi corazón dejando que salgas con mi alma
Separándolos hasta el final
No hay comentarios:
Publicar un comentario